¿Por qué no podríamos disponer, en el mundo profesional, de fichas sintéticas que nos permitan abordar diferentes terrenos de trabajo de forma similar a las que tienen las personas que hacen deportes de montaña o bici?
En el mundo de la montaña o de la bici, estas fichas sintéticas, a menudo ilustradas, se llaman topoguías. Las topoguías permiten a sus usuarios visualizar la topografía de un territorio concreto, encontrar nuevas rutas para seguir, recorrerlas con indicaciones útiles y también compartir las vivencias con otros. (Para conocer un ejemplo del entorno de montaña, puedes ir a camptocamp.org.)
Son complementos útiles a las guías más completas por tres motivos principales: contienen información actualizada, son cortas y, por lo tanto, fáciles de manipular, y arrojan luz sobre un aspecto concreto (un itinerario insólito, una variante de interés, un sitio acogedor) que a menudo incita a documentarse más sobre la zona.
¿Cómo adaptar esta herramienta al contexto profesional? Se trata de crear la misma herramienta en formato blog. Voy a ofrecer, en formato corto, información actual que arroje una nueva luz sobre momentos o situaciones del terreno profesional que suelen atravesar muchas personas.
Estos posts, topoguías por el mundo profesional, son complementos a las recomendaciones que comparto en la colección de Guías de viaje por el mundo profesional. Esas guías, en formato de libro, permiten tener una visión más amplia de distintos caminos en nuestra vida profesional
Las topoguías ofrecen una perspectiva diferente — son puntos de entrada prácticos, de uso inmediato, que también invitan a profundizar.
Siguiendo la clasificación de las topoguías de montaña, estas topoguías están clasificadas en apartados que permiten encontrar rápidamente lo que buscamos o nos interesa:
- Relatos: son historias reales que nos permiten descubrir y reflexionar para impulsarnos a seguir lo que cuentan. Por ejemplo, podemos leer La historia de Julia, que ha transformado su afán de perfección y La historia de Maya, que ha conseguido comunicar precios de venta sin miedo.
- Itinerarios: agrupan propuestas de métodos y herramientas que nos permiten descubrir otras maneras de actuar y nos ayudan a adoptarlas. Por ejemplo, podemos leer Cómo crear la oferta que queremos proponer y Cómo detectar quién nos puede ayudar a vender a las empresas.
- Rituales: agrupan descripciones de un conjunto de acciones que podemos desarrollar de forma automática (como lavarse los dientes) — son representativos y nos permiten abordar nuevas situaciones con menos resistencias o miedos. Por ejemplo, La disciplina — para no perder tiempo —, y, La venta — una inversión de tiempo necesaria —.
Mi deseo es que estas topoguías sean, como las que uso para mis propios viajes a la montaña, inspiradoras, precisas y prácticas.
Para estar informados de cada publicación de una nueva topoguía, os invito a inscribiros a continuación.